La visión y el ordenador están estrechamente relacionados

Cada vez más personas usamos de forma habitual y en muchas ocasiones de forma prolongada el ordenador, pasando gran parte de la vida laboral y de ocio con los ojos fijos en la pantalla. Frente a la pantalla del ordenador debería producirse un ejercicio de fuerzas entre las necesidades de visión próxima y la capacidad de respuesta del sistema visual del usuario. Una correcta relación entre ambas es fundamental para una actividad laboral segura, eficiente y confortable. Cuando se rompe ese equilibrio porque las demandas superan las capacidades visuales del usuario del ordenador, se manifiesta el problema, ya sea en forma de fatiga visual, disminución del ritmo de trabajo, incremento de los errores o abandono del trabajo. Los usuarios habituales del ordenador manifiestan sus sensaciones molestas indicando que sienten dolor en los ojos, presión, sensación de sequedad y/o lagrimeo, ligeras variaciones en la agudeza visual, fatiga ocular, dificultad para calcular las distancias, etcétera. A partir del estudio individualizado se trabaja en dos vertientes. Por un lado, se hace un examen optométrico, que permite la elección de la compensación óptica necesaria para trabajar específicamente con el ordenador si es necesaria. Por otro lado, se recomiendan una serie de normas ergonómicas y de posturas en el trabajo, destinadas a minimizar la presión del entorno.